EL MISTERIO DEL CRÁNEO DE KABWE

Homo Rhodesiensis
En 1921, hace ya cerca de un siglo, que se encontró en una mina de Zambia, un cráneo fosilizado de un humano. Este cráneo se encontró en la localidad de Kabwe, y desde el principio abrió un gran número de interrogaciones, conclusiones o posibles respuesta como la de los viajes en el tiempo... Os cuento la historia del Cráneo de Kabwe.

Encontrar un cráneo ya fosilizado y a 14 metros de profundidad nos sugiere que pertenecía a un hombre que vivió hace miles de años. Los científicos intentaron descubrir si realmente se trataba de un Homo Sapiens, de un individuo de nuestra especie. No obstante, aunque tenía rasgos de Homo Sapiens, también compartía rasgos de Homo Neandertal e incluso de Homo rhodesiensis (un homínido que compartía la Tierra junto con el Sapiens y el Neandertal). Aunque al final se decidió que era un Homo rhodesiensis, muchos de los expertos no están de acuerdo, para muchos se trataba de una nueva especie aun no descubierta, un híbrido de las otras 3 quizá. Por eso, ya desde el principio el cráneo resultó ser verdaderamente un misterio y lo único que quedaba claro es que era muy antiguo... pero lo interesante viene ahora.

Mirad la imagen que he colocado abajo.

Os presento el cráneo de Kabwe
Después de hacer la prueba del carbono 14, se supo que la antigüedad del cráneo rondaba los 150.000 años. En esa época las 3 especies de homínidos cazaban con piedras, palos, toscas lanzas y quizá algún aventajado con flechas, hondas o lanzavenablos, todos muuuuuy rudimentarios. Con estas armas o herramientas cazaban y guerreaban diferentes clanes de la misma o de diferentes especies.

Cuando algún enemigo le daban en la cabeza con cualquiera de estos objetos lo que sucedía era la rotura del cráneo. No obstante, si os fijáis, podréis observar un agujero en la sien del cráneo. Según médicos forenses que han analizado los fósiles de Kabwe, es la misma marca que se encuentran en personas que han fallecido a causa de un disparo en la cabeza. De hecho se ha comprobado que el proyectil penetró por el lado izquierdo con tanta fuerza que impactó en el interior del lado derecho produciendo la deformación de este. Lo que sabemos es que en esa época aun faltaban miles de años para descubrir la pólvora, según los libros 145.000 años.

René Noorbergen, que investigó el misterio en su excelente libro "Secretos de las razas perdidas", comentó sobre el cráneo: "Esta misma característica se observa en las víctimas modernas de heridas en la cabeza recibidos de disparos de un rifle de alto poder."

Por lo visto, ninguna de las herramientas o armas de aquella época pudo hacer ese tipo de heridas. La explicación es que cualquiera de ellas hubiera aplastado, quebrado o incluso haber producido fracturas radiales desde el punto de impacto, pero eso no se ve. Solo un proyectil de gran potencia y velocidad podría haber hecho este tipo de agujero.

¿Cómo pudo hacerse esto? Si aun faltaban miles de años hasta que los chinos descubrieran la pólvora, ¿Cómo pudo alguien inventar un arma con efectos similares al de un potente rifle si aun se tiraban piedras a la cabeza para hacer la guerra? ¿Pudo alguien haber encontrado la pólvora por casualidad? ¿u otro detonante y haberlos entendido y manipulado?

Quizá fue simplemente una casualidad, un hecho inexplicable y sin importancia, pero el misterio coge cuerpo cuando se encontró el cráneo del Uro descubierto en Rusia. Un Uro es un antepasado de los toros actuales, y fue aniquilado por nuestros antepasados. Era más grande y más fuerte que los toros actuales. 

Aunque está extinto, un Uro sería más o menos como el toro de la imagen.
Como se observa en la imagen inferior, el Uro también tiene lo que parece ser una herida de bala en el centro del cráneo. Esta herida fue hecha en el cráneo, igual que en el cráneo de Kabwe; en un punto para buscar una muerte rápida, igual que en el cráneo de Kabwe y miles de años antes de haberse descubierto la pólvora, igual que en el cráneo de Kabwe. Solo existe una diferencia notable, si el disparo del Kabwe se hizo alrededor de los 150.000 años, el disparo del Uro rondaba los 45.000 años. Una diferencia de más de 100.000 años. 

Este disparo no mató al Uro, ya que se observa que por los bordes
se empezó a calcificar. Además, tenemos que tener en cuenta que
en esa zona del cráneo existe una gran masa osea que sostiene
los cuernos.
Esto parece echar por tierra todas las explicaciones razonables posible que hayamos construido. ¿Puede que estemos equivocados y que la tecnología prehistórica estuviera muchísimo más desarrollada de lo que muestran todas las demás evidencias y lo que nos han contado los libros? ¿Cómo puede ser que se produjeran estos dos acontecimientos con diferencias de 100.000 años y en continentes diferentes? Como dicen algunos ¿Puede explicarse esto con los viajes en el tiempo? Si existen o ¿con civilizaciones superiores científicas y tecnológicamente que aun no hemos descubierto?

En fin, quizá se quede siempre siendo un misterio, no obstante, abre las puertas a nuevos horizontes de conocimiento que no debemos descartar.

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